En estas fechas empiezo a recoger informacion de la Ruta, con el deseo de realizarla.
En principio, poco tendría que ver la guipuzcoana Hondarribia, con su (intacto) barrio de pescadores, con Sigüenza, en la sierra norte de Guadalajara. Pero son dos de los 12 municipios (dos de ellos portugueses) que integran la Red de Ciudades y Villas Medievales vertebrando la Península al completo. Su legado histórico (y su gastronomía, sus costumbres, su literatura...) las precede.
Las conocemos a continuación.
1. Hondarribia (Guipúzcoa)
Un casco histórico declarado Conjunto Monumental, un castillo (el de Carlos V) reconvertido en parador nacional, unas murallas (las únicas que conserva una ciudad guipuzcoana) encargadas de recordar su pasado épico. Son las claves de Hondarribia, esta elegante plaza fuerte situada en la desembocadura del río Bidasoa, al noreste de Guipúzcoa.
2. Laguardia (Álava)
La cultura vinícola inunda cada rincón de esta villa enclavada en el corazón de La Rioja Alavesa. Por eso, sus bodegas (y las vistas de sus viñedos) son ya la excusa perfecta para una escapada. Pero hay más: la Plaza Mayor porticada, la casa natal del fabulista Félix María Samaniego, la fachada gótica de la iglesia de Santa de los Reyes, el Paseo de la Cigüeña...
3. Estella-Lizarra (Navarra)
La cultura es uno de los puntos fuertes de esta localidad al oeste de Navarra. La prueba está en sus tradicionales semanas de Estudios Medievales, de Música Antigua o la Sefardí. Normal tamaño legado teniendo en cuenta que su origen está en 1090, aunque el auge llegó en el siglo XII. Por algo esta ciudad-camino pronto se convirtió en escala señera de la peregrinación compostelana.
4. Sos del Rey Católico (Zaragoza)
La siguiente parada lleva a la aragonesa Sierra de la Peña, donde se asienta Sos del Rey Católico, declarada Bien de Interés Cultural. Sus casas de piedra de sillería y mapostería, sus portadas con dovelas y escudos, sus ventanales góticos... Todo merece una visita en la villa natal de Fernando II de Aragón. De ahí su nombre.
5. Almazán (Soria)
La red medieval también pasa por esta villa amurallada del alto Duero surgida en el siglo XII a raíz de la unión de 10 parroquias románicas. Su condición de ciudad de frontera le obsequió con un potente cerco amurallado con cuatro puertas mayores. Más información en www.almazan.es.
6. Sigüenza (Guadalajara)
El universo culinario forma parte indisoluble de esta particular red. Y Sigüenza, con sus guisos a base de caza, su trucha escabechada o sus repostería conventual, es un buen ejemplo. Para bajar tan copioso menú, se recomienda recorrer sus imponentes calles en busca quizá de su huella romana, visigoda o musulmana.
7. Pedraza (Segovia)
Asentamiento celta, tierra de forntera y villa señorial, Pedraza destaca por sus casonas blasonadas, sus palacios, su castillo... y por sus más de mil metros de altitud, en las estribaciones segovianas de la Sierra de Guadarrama. En julio se celebra el Concierto de las Velas, iluminándose sus calles con más de 40.000 candelas.
8. Consuegra (Toledo)
La ruta continúa en las proximidades de los Montes de Toledo, donde una villa como está encierra hasta 12 molinos del siglo XVI. También habrá tiempo para descubrir el castillo medieval de origen árabe a través de visitas teatralizadas o redescubrir los antiguos oficios artesanos.
9. Coria (Cáceres)
Ésta es la antigua sede del Marquesado de Alba, por lo que aquellos aires nobles todavía siguen visibles en su coqueto casco histórico de trazado medieval y en el que confluyen rastros vettones, romanos, godos, árabes, judíos y cristianos.
10. Olivenza (Badajoz)
Descendiendo hasta Badajoz surge Olivenza, fundada por los templarios en el siglo XIII y el último territorio en incorporarse a España (antes fue portuguesa) en 1801. De ella destaca la Torre del Homenaje del Alcázar y las casas de labranza desperdigadas por los alrededores.
11. Vila Viçosa (Portugal)
Llegamos a la primera ciudad portuguesa de esta red de ciudades medievales, repleta de plazas salpicadas de naranjos y encantadoras ermitas en pleno Alentejo Central. Otra excusa para visitarla: sus suculentas migas o la sopa de cazón bien aderezadas con vino de la comarca.
12. Marvao (Portugal)
Acaba el recorrido por esta villa altanera levantada sobre una montaña de granito a 800 metros.
De ahí su sobrenombre: el nido de las águilas. Blanca, empredrada e irregular, la villa es la sede del Concurso Internacional de Pinchos y Tapas, con catas exquisitas de cada municipio de la red.
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